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Inca es un municipio de las Islas Baleares, España. Es la capital de la comarca del Raiguer, en la isla de Mallorca. Está situada en el centro de la isla. Ostenta el título de ciudad desde que, en 1900, se lo concediera la Reina regente doña María Cristina. Además del encanto de Inca, este lugar destaca por ser el centro de la encrucijada de caminos para ir a diversos sitios de la Isla, esto facilita que sea un lugar para visitar.

Es conocida por la industria del calzado y de marroquineria, con marcas como Barrats, Lottusse, Cámper, George’s, Farrutx, Munper, Asinca, etc. El mercado semanal del Jueves tiene cierta fama, y una vez al año se celebra el denominado Dijous Bo (Jueves Bueno), un mercado que atrae gentes de toda la isla y en el que diversas empresas aprovechan para exponer sus productos. A éste le precede el denominado Dimecres Bo (Miércoles Bueno), durante el cual se realizan diversas actividades como conciertos u otros eventos de caracter festivo.

Es la tercera ciudad más importante de Mallorca, tiene unos 20.000 habitantes y está ubicada en el centro de la Isla, a 27 km de Palma. Es el centro neurálgico de la agricultura y de la ganadería. Inca tiene cada jueves un mercadillo de materiales agrícolas, y a día de hoy, es una ciudad muy importante para la economía de Mallorca.

También es un lugar para comer y disfrutar de excelentes platos, los platos más tradicionales de la Mallorca como pueden ser la lechona, o los fritos, así como las sopas mallorquinas. En Inca además debemos destacar el Dijous Bo, la Feria agrícola más importante de la Isla, este evento tiene lugar cada año el tercer fin de semana de noviembre.

Inca conserva un magnífico patrimonio cultural, desde sus múltiples iglesias hasta los edificios modernistas; sin olvidar, claro está, uno de sus principales orgullos: las bodegas de vino, algunas de ellas transformadas ahora en restaurantes donde degustar la gastronomía típica mallorquina regada con vinos locales. En los campos circundantes se podía apreciar en otros tiempos la importancia que tuvo este cultivo hasta finales del siglo XIX, cuando la plaga de la filoxera obligó a sustituirlo por otros productos como el aceite de oliva.

Históricamente el municipio tuvo poblados talayóticos que siguieron habitados durante la dominación romana, hasta el s. V. En época islámica se llamó 'Inkàn', y de la presencia árabe quedan algunos vestigios, como las 'sinies' y los 'ganats' o 'foggara', distintos sistemas para sacar el agua subterránea. El auge de la localidad comenzó a principios del siglo XX, cuando, favorecidas por el tren y por la instalación de una fábrica de gas, aparecieron las primeras industrias del sector de la piel, dirigidas fundamentalmente al calzado.