Bueu es un municipio de la provincia de Pontevedra en Galicia (España) situado en el margen norte de la península del Morrazo junto con los municipios de Marín, Cangas de Morrazo y Moaña, forma parte de la comarca del mismo nombre. Su superficie es de unos 31 km² y su población ronda los 13.003 habitantes.
La existencia de Bueu como parroquia aparece documentada en el siglo XVI, pero al contrario de lo que hoy podemos creer, sus inicios debemos buscarlos en las laderas circundantes y no en el valle: Outeiro, Norte, Valado y Carrasqueira. Hay que señalar que antiguamente el mar llegaba al actual emplazamiento de la Iglesia.
Entre los diferentes puntos de interés de Bueu destaca el museo Massó. Esta instalación esta ubicada en la que fue la fábrica de conservas Salvador Massó e Hijos que instaló esta familia de origen catalán a principios del siglo XIX. A mediados del siglo XX la familia Massó fue juntando una espléndida colección de libros antiguos, cartas marinas y de navegación, mapas e instrumentos de navegación y otros objetos relacionados con el mar y la industria conservera. En 1928 Guillermo Marconi visitó las instalaciones industriales de los Massó y les propuso la idea de hacer un museo. La idea fue aceptada y el 26 de noviembre de 1932 se inauguraron las nuevas instalaciones museísticas.
La historia de Bueu se esconde en las piedras de sus iglesias, de sus ermitas, de sus cruceiros, de sus pazos e incluso en las de sus molinos... Y allí reposa en su eterno letargo, silenciosa, como guardando los miles de secretos de navegantes, de piratas, de abades, de molineros, de enamorados. Desde el románico espectacular de la iglesia de Santa María de Cela hasta la particular visión del mundo que quiso dejar plasmada Urbano Lugrís en la capilla de Santos Reis pasando por la majestuosa iglesia de San Martiño de Bueu que vigila como con recelo el puerto aguardando inquieta la llegada de los piratas de los que llegaban noticias de la vecina Cangas o aguardando la llegada de sus marineros.
En Bueu disponemos de unas de las mejores playas de todo el litoral atlántico. Varias de ellas disfrutan del distintivo de Bandera azul desde hace años, que se renueva anualmente graicas a los servicios, calidad del agua y de la playa. De entre todas ellas las playas de Bueu tienen un atractivo especial, sus acantilados, su arena, de color blanco o dorado dependiendo en la zona que nos encontremos pero siempre dispuestas a hacer las delicias de los visitantes.
Caminando por las veredas de la villa, en la noche, todavía se puede sentir la inquietud de las gentes, un sentimiento que cesa al sentirse al abrigo de los cruceiros. Estos permanecen quietos, vigilantes esperando la llegada de una Santa Compaña de la que nadie sabe nada, o de la que nadie quiere hablar... los molinos, que tratan de avanzar en los ríos Bispo y Frade subiendo inagotables la ladera tratando de llegar a Meiro, onde le espera una plácida dehesa sembrada con millo corvo.