Cañamero es un municipio español de la provincia de Cáceres, en la comunidad autónoma de Extremadura. Está situado en el extremo Sureste de la provincia, en la comarca de Las Villuercas, limitando su término con la provincia de Badajoz. Conocido por su vino de pitarra, el municipio da nombre a una de las subzonas de la denominación de origen Ribera del Guadiana. El pueblo se sitúa sobre la EX-102, entre Logrosán y Guadalupe. Cuenta con una población de 1.751 habitantes.
La sierra domina la mayor parte del espacio. Se levanta desde elevaciones suaves a las que se agarran el olivo, cerezo o castaño para irse empinando, cubierta de pino, roble y alcornoque donde la tierra es abundante. Donde el suelo es escaso dominan la jara y el brezo, y más arriba aún, arraclanes y enebros. La cuarcita corona todas las alturas; se trata de una roca dura, con múltiples fracturas que ha llegado a formar extensas pedreras típicas de la zona. En las zonas llanas dominan las encinas. El río Ruecas, afluente del Guadiana, forma el valle en el que se asienta el pueblo.
Un paisaje excepcional y variado cubierto de una masa vegetal diversa que alberga las especies más emblemáticas de la fauna peninsular; unas buenas comunicaciones que nos han acercado tanto a Madrid, y otras ciudades, como a los puntos claves del turismo regional y un paisanaje amable y acogedor que abre sus puertas al visitante para hacerle conocer las delicias de productos de la tierra como la miel o el vino han hecho que fluya una corriente de visitantes que va en aumento.
Gran cantidad de actividades relacionadas con la naturaleza pueden realizarse en esta tierra, los más atrevidos podrán escalar las paredes verticales de cuarcita o desafiar la gravedad volando en parapente desde las laderas del Riscogordo para mezclarse en vuelo con los buitres leonados que abandonarán los cantiles a la vista de tan impresionante pájaro, otros podrán seguir los caminos y veredas a lomo de caballo o bicicletas y los más tranquilos lo harán a pie para descubrir las mil sorpresas de cada recodo del sendero. El pantano del Cancho del Fresno nos ofrece la posibilidad de practicar la pesca y el baño o incluso acercarnos en piragua a rincones sorprendentes donde el loro hunde sus raíces en el agua.
Pocas huellas podían dejar de su paso, pero en las Rañas de Cañamero, al igual que las vecinas de Alía se descubren de vez en cuando muestras de una industria lítica muy primitiva consistente en cantos rodados, mínimamente trabajados a base de golpes, producto de un ingenio primario. Los asentamientos son de poca duración y están en función de la abundancia de frutos, las condiciones del clima y los movimientos estacionales de la fauna; algunos lugares como las terrazas del mirador y las traseras del Castillo que dan al río Ruecas.
El Castillo de Cañamero. Es la formación rocosa que preside la localidad desde la cual se puede contemplar una amplísima panorámica. En lo alto, mirando hacia el río Ruecas se localizan trazos de antiguas construcciones de carácter defensivo. En la más grande de ellas existe un sector actualmente tapiado que daba acceso a lo que algunos testimonios consideraban unas galerías.
También de especial interes para realizar una visita la Ermita de nuestra Señora de Belén. De una sola nave. Las pinturas barrocas de su interior fueron restauradas en 2007 y ocupan la cabecera de la ermita y el primer tramo de la nave cubierto por una vuelta de cañón. La ermita conserva una imagen de la Virgen del siglo XV y acoge una romería por Semana Santa. La otra ermita de la localidad es la de Santa Ana (s. XVIII).